miércoles, 3 de diciembre de 2008

Humor bibliotecario (II)

  • El presupuesto del organismo en el que trabajas es siempre inversamente proporcional al presupuesto de tu biblioteca.
  • La enciclopedia "perdida" permanecerá en ese estado sólo hasta que se haya hecho el pedido oficial de reposición.
  • Cuando un profesor pone como lectura obligatoria un libro de la biblioteca, puedes estar seguro de que el mismo profesor tiene prestado el único ejemplar y que lo ha enviado por correo a un amigo suyo en el Perú.
  • Los estudiantes siempre buscan un artículo de cuatrocientas palabras para escribir un ensayo de quinientas.
  • El único minuto te tomes para leer tu revista favorita será el minuto en el que el jefe pase frente a tu escritorio.
  • Si es un buen libro, no está en los stocks, si es un libro excelente está fuera de imprenta.
  • El síndrome de los directores: la biblioteca siempre estará vacía cuando pasen a visitarla.
  • El único artículo no indizado de una revista, será justamente el que 35 estudiantes vienen a buscar.
  • Los únicos libros que se pierden son aquellos que son más importantes o más costosos.
  • Cuando entres en el sistema para corregir un error de catalogación inmediatamente se producirán seis errores más.
  • El libro más delgado tiene el número de catalogación más largo.
  • Si todo está bien, es que te encuentras en la biblioteca equivocada.
  • A medida que el usuario aumenta la cantidad de sus preguntas, decrecen las posibilidades de respuesta.
  • Si por accidente se tocan dos teclas en el PC, la que se ha pulsado involuntariamente es la que inicia un proceso de borrado irreversible.
  • No importa lo costoso y difícil que te resulte conseguir un libro agotado, después de que lo compres lo encontrará en las mesas de saldos de absolutamente todas las librerías.
  • Los directivos tienden a pedir los libros donados una vez que los mismos han sido descartados y están en camino a una biblioteca ubicada en las montañas deAfghanistán.
  • Los peores errores pasarán inadvertidos hasta que las copias vuelvan de la imprenta.
  • Los usuarios no asomarán por la biblioteca hasta que el bibliotecario/a decida que no aguanta más en pie sin ir a desayunar, momento en el cual lo harán a pares planteando problemas a cuál más insoluble.

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